Pues por que estoy saliendo de un larguísimo letargo mental, intelectual y espiritual (del letargo físico aún no he empezado a salir).
Y este despertar paulatino me hace ver las cosas como entre nubes, que es la primera sensación que tenemos al levantarnos de la cama cuando nuestro sueño ha sido profundo. Y es ahora cuando me toca analizar todas esas oníricas historias para sacar conclusiones y provecho de ellas.
Como hasta ahora he hido de zombie camuflada por la vida, me he perdido muchas oportunidades para disfrutarla pero eso ha terminado gracias a mi nene (y en parte, también gracias a mi maridete que ha aguantado como un campeón pues él sabía que yo puedo dar lo mejor de mi).
He renacido y me toca imitar a Khalil. Debo explorar, prácticar sin rendirme, reaprender lo aprendido y descubrirme nuevamente como persona cada día. Necesito saber cuales son mis necesidades reales, sin artificios ni obligaciones, necesito llevar mi propio ritmo sin que nadie me lo marque pues si quiero enseñar a mi hijo a ser libre, primero debo liberarme yo de todo lo que signifique una representación y no una vivencia propia e íntima.
Hace un par de días escribí esto para Kaku: